El máximo exponente de las grasas monoinsaturadas es el aceite de oliva, componente fundamental de la dieta mediterránea. No es sólo una grasa culinaria de agradable sabor, que favorece el consumo de otros alimentos, sino que su valor nutritivo y sus beneficios para la salud han sido y son sobradamente demostrados, siendo aún objeto de numerosas investigaciones científicas para confirmar otros beneficios que tiene
