Esta semana en el sitio web del Olive Health Information System
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
El aceite de oliva, la principal grasa culinaria de la dieta mediterránea, se ha relacionado con mejoras en la salud. Los estudios sugieren que los polifenoles y los ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, que se encuentran en el aceite de oliva pueden ayudar a reducir la inflamación, el estrés oxidativo y proteger contra la obesidad. Aunque el aceite de oliva es bien conocido por sus beneficios cardiometabólicos, existe preocupación debido a su alta densidad energética, que podría contribuir al aumento de peso. Investigaciones anteriores, incluido el ensayo PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea), indicaron que el consumo de aceite de oliva dentro de una dieta mediterránea no conduce al aumento de peso. Sin embargo, hasta ahora faltaban pruebas de estudios de cohortes a largo plazo en EE. UU.
Esta semana, un estudio prospectivo de cohortes examinó la relación entre los cambios a largo plazo en el consumo de aceite de oliva y el peso corporal en tres cohortes importantes de EE.UU.: el Nurses’ Health Study (NHS), el Nurses’ Health Study II (NHSII) y el Health Professionals Follow-up Study (HPFS). El análisis incluyó a 121,+119 participantes, con cambios de peso registrados durante múltiples períodos de cuatro años. De media, el aumento de peso fue mayor en el NHSII (1,8 kg), seguido del NHS (1,2 kg) y el HPFS (0,9 kg). En particular, los investigadores descubrieron que un aumento de tan solo ½ cucharada (7 g) de aceite de oliva al día estaba inversamente relacionado con el cambio de peso (-0,09 kg, 95 % CI -0,11, -0,08 kg; p < 0,0001). Por el contrario, el aumento de la ingesta de otras grasas, como los aceites vegetales, la mantequilla y la margarina, se asoció positivamente con el aumento de peso. La sustitución de estas grasas por aceite de oliva dio lugar a un menor aumento de peso, observándose el mayor beneficio al sustituir la mantequilla por aceite de oliva (-0,52 kg; IC del 95 %: -0,57, -0,47; p = <0,0001).
El estudio concluye que el aumento de la ingesta de aceite de oliva está relacionado con un menor aumento de peso a lo largo del tiempo, lo que sugiere que es una opción de grasa más saludable en comparación con la mantequilla, la margarina u otros aceites vegetales. Estos hallazgos refuerzan las recomendaciones dietéticas que hacen hincapié en la calidad de las grasas sobre su cantidad para el control del peso y la salud cardiometabólica. Sustituir las grasas menos saludables por aceite de oliva puede ayudar a reducir el aumento de peso, incluso en poblaciones no mediterráneas, como las de Estados Unidos.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
Aceite de oliva
Salud cardiovascular
Dieta mediterránea
Enfermedades crónicas
Otros
Early life factors, diet and microbiome, and risk of inflammatory bowel disease.