Esta semana en el sitio web del Olive Health Information Service
La newsletter de la Universidad de Navarra y el COI dedicada a la salud
Nuevos estudios sugieren que la dieta mediterránea está asociada a una reducción del riesgo de deterioro cognitivo y favorece la salud cerebral. Sin embargo, los mecanismos biológicos subyacentes siguen sin estar claros. Los análisis proteómicos ofrecen un enfoque prometedor para descubrir las vías moleculares que podrían explicar esta relación.
En este ámbito, un estudio reciente examinó las proteínas plasmáticas asociadas a la dieta MIND (Mediterranean-Dietary Approaches to Stop Hypertension Intervention for Neurodegenerative Delay) y evaluó su potencial para predecir la aparición de demencia tras un seguimiento medio de 21 años en la cohorte del estudio Atherosclerosis Risk in Communities. En total, se seleccionaron 21 proteínas mediante regresión elástica por su asociación con el índice de adherencia a la dieta MIND. De ellas, cinco proteínas estaban significativamente asociadas con la demencia: la trombospondina-2, la proteína ABHD14A, la proteína 3 de mantenimiento estructural de los cromosomas, el receptor del factor de crecimiento epidérmico y la subunidad beta de la interleucina-12. Cada una de estas proteínas, tanto de forma individual como en conjunto, mejoraba la predicción del riesgo de demencia. Los biomarcadores potenciales identificados como asociados a la dieta MIND y a la demencia están implicados en la señalización neuronal, la angiogénesis y las vías antiinflamatorias, lo que podría explicar los mecanismos subyacentes al efecto protector de la dieta MIND frente al riesgo de demencia.
En esta misma línea, un segundo estudio explora los efectos de la dieta mediterránea en comparación con la dieta occidental sobre el proteoma de los compartimentos presinápticos de la corteza temporal en primates no humanos (macacos de Buffon). Se encontraron seis proteínas presinápticas (DTA, Aβ42, calreticulina, LC3B, ubiquitina K48 y SLC6A8) en niveles más elevados en el grupo que seguía la dieta mediterránea en comparación con el grupo que seguía la dieta occidental. Según explican los autores, las diferencias en los niveles de Aβ42 sugieren una alteración en el procesamiento de la proteína precursora del amiloide, un factor clave en la enfermedad de Alzheimer. El aumento de la expresión de la proteína DTA (dementia of the Alzheimer’s type) indica una respuesta dopaminérgica a la dieta mediterránea, la cual se ha asociado a una disminución del riesgo de enfermedad de Parkinson. Además, las variantes genéticas de la proteína SLC6A8, que afectan al transporte de creatina, están asociadas a trastornos neuroconductuales como el autismo. Estos resultados confirman la base molecular de la dieta mediterránea como posible terapia adyuvante.
En conjunto, estos estudios proporcionan información valiosa sobre los mecanismos moleculares que podrían vincular la dieta mediterránea con la neuroprotección. Estos hallazgos refuerzan el papel de la alimentación en la prevención de la demencia y sugieren que el perfil proteómico podría contribuir a la detección precoz y al desarrollo de estrategias de intervención.
Otros artículos mencionados esta semana en la newsletter de OHIS (en inglés):
OOWC brochure Drops of health_olive oil in the US
Olive Oil and its Impact on Americans’ Health
Enfermedades cardiovasculares
Midlife Mediterranean Diet is Associated with Subclinical Carotid Atherosclerosis in Late Midlife.
Enfermedades neurodegenerativas
Fertilidad
Envejecimiento
Nutritional Approach to Diabetic Sarcopenia: A Comprehensive Review.
Salud femenina
Infancia
Meal timing, nutritional status and diet quality in a group of Spanish children.
Aceite de oliva
Importance of malaxation conditions to virgin olive oil polar phenolic compounds content.
Otros asuntos
The Two Dimensions of Nutrition for the Planet: Environment and Health.